Los atentados de enero de 2015 en Francia refieren a una
serie de ataques terroristas islamistas que se desarrollaron entre el 7 y el 9
de enero de 2015 en Francia, y que tuvieron como objetivos la sede del
periódico Charlie Hebdo y sus periodistas y trabajadores, y un supermercado
judío de comida kosher. Como consecuencia de los cuales fueron asesinadas
diecisiete personas, muriendo también los tres atacantes al ser abatidos por
las fuerzas del orden.
Los acontecimientos comenzaron el 7 de enero de 2015 con
el tiroteo en la sede del periódico satírico Charlie Hebdo en París, perpetrado
por Chérif y Saïd Kouachi, dos hermanos de nacionalidad francesa. El asalto
hizo doce muertos y once heridos, entre ellos varios dibujantes del periódico. Los hermanos Kouachi fueron finalmente abatidos dos días más tarde por el Grupo
de Intervención de la Gendarmería Nacional (GIGN) de Francia, después de
haberse atrincherado en Dammartin-en-Goële, zona situada al norte de París. Este atentado fue reivindicado por Al Qaeda de la Península Arábiga (AQPA).
Pero además, el 8 de enero de 2015, Amedy Coulibaly, un
ciudadano francés próximo a los hermanos Kouachi, mató de un balazo a una
policía municipal y también hirió gravemente a otra persona en Montrouge. Y
al día siguiente, tomó como rehenes a varios clientes de un supermercado kósher
en la puerta de Vincennes, también en París. Allí, Coulibaly mató a cuatro
rehenes judíos, antes de ser abatido durante un asalto llevado a cabo
conjuntamente por las unidades de élite RAID y BRI. El citado Amedy Coulibaly
afirmaba que actuaba en nombre de la organización yihadista del llamado Estado
islámico.
El Secretario de Estado John Kerry firma el libro de
condolencias por el ataque terrorista en París, en la embajada de Francia en
Washington D.C., 9 de enero de 2015.
La resonancia de estos acontecimientos indudablemente fue
considerable, tanto en Francia como en el extranjero. En efecto y entre otras
cosas, varios millones personas anónimas y varios jefes de Estado y de Gobierno
participaron en las manifestaciones organizadas el domingo 11 de enero de 2015,
y que reunieron a más de 1,5 millones de personas en París, y a más de 3,7
millones en todo el territorio francés. Y además, en numerosos países
importantes personalidades pasaron por las respectivas embajadas francesas para
firmar el libro de condolencias.
Algunos grupos se han manifestado que todas las
ideologías deben expresarse en libertad, pero con respeto y responsabilidad,
por ello han criticado a la prensa francesa (particularmente a Charlie Hebdo)
por haberse expresado con mofas sobre asuntos considerados sagrados por los
grupos Islámicos. En todo caso, existe consenso en el rechazo a todas las
formas de violencia e intolerancia, independientemente de los medios por los
que se exprese, incluyendo la mofa y la falta de respeto a las culturas.
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